REVISTA INNOVA ITFIP, 11 (1). 55-75. DIC. 2022
En México, Cruz y Velázquez (2020) se dieron a la tarea de caracterizar las redes de colaboración que se crean
en el proceso de producción turística entre los diversos actores, gubernamentales y no gubernamentales en el
parque nacional el Chico, en Hidalgo, con el fin de identificar cual era la gobernanza que predominaba en la
gestión
de

este

ecosistema.

Al

culminar

la

investigación,

las

autoras

pudieron

identificar

que

la

toma

de
decisiones en todo el proceso de producción turística está en manos de los entes gubernamentales, por lo que
el papel de las asociaciones turísticas en incipiente, pues no han podido construir relaciones de autonomía para
decidir
sobre

la

gestión

de

sus

propios

recursos

turísticos,

convirtiéndose

en

dependientes

de

los

apoyos
técnicos y económicos que decidan darles los entes gubernamentales.
Estas asociaciones han apostado a la generación de relaciones de competencia entre ellas, en lugar de generar
redes horizontales de buscar una sinergia que les permitan la construcción de espacios de toma de decisiones
y así poder hacer frente al dominio de otros actores institucionales sobre sus recursos colectivos. En el mismo
país, Molina (2020) se propuso documentar el emprendimiento y las redes sociales en las empresas indígenas
de ecoturismo, utilizando para ello una metodología de investigación cualitativa basada en el estudio de casos
múltiples. El trabajo realizado permitió refirmar que las redes sociales tanto primarias (familia y amigos), como
secundarias, (gobierno, ONG, organismos internacionales y otras instituciones) han sido uno de los principales
canales para la puesta en marcha de los proyectos, siendo una fuente de soporte para la creación de empresas
ecoturísticas en los territorios indígenas de México.
También en México, Sánchez et al. (2019), se propusieron explicar en su estudio cuál era la repercusión de la
tecnología en los turistas jóvenes en México, a través de la comunicación por medio de las TIC. El uso masivo
de
los

Smartphone,

las

aplicaciones

de

realidad

virtual

y

realidad

aumentada,

están

transformando

la
experiencia de los usuarios y cambiando sus hábitos de compra y ocio. A futuro se prevé que a través de estos
teléfonos
inteligentes

se

puedan

realizar

pagos

en

todas

las

experiencias

turísticas.

La

gran

cantidad

de
información que se podrá recopilar a través de estas aplicaciones permitirá conocer los hábitos y gustos de los
turistas y diseñar experiencias cada vez más personalizadas.
En su investigación, Atienza (2019) aborda el uso que se le da a las redes sociales como instrumento para la
promoción
y

gestión

turística

de

un

destino

determinado,

en

este

caso

la

ciudad

de

Valencia

España.

Los
resultados del estudio permitieron evidenciar que, si bien las redes sociales son herramientas estratégicas que
apoyan la gestión y promoción del turismo, en el caso analizado de las cuentas de Turismo Valencia, no se
están manejando de una manera estratégica para fomentar la preservación del patrimonio y dar a conocer los
atractivos
turísticos

de

especial

importancia,

por

lo

cual

estas

importantes

herramientas

tecnológicas,

de
momento
están

siendo

subutilizadas.

Una

investigación

similar

llevó

a

cabo

Sánchez

et

al.

(2019)

en

la
eurorregión Galicia-Norte de Portugal, la cual cuenta con los mayores recursos termales de Europa y se enfoca
en ofrecer este tipo de servicios turísticos. El objetivo que se propusieron fue también el de evaluar si las redes
sociales han sido relevantes como medio de promoción para el turismo de esta región.
Después de llevado a cabo el ejercicio investigativo, los autores pudieron validar que, si bien los dueños y
administradores de los establecimientos turísticos son conscientes de la importancia de las redes sociales en la
promoción online de sus negocios, se evidencia de momento un desinterés generalizado por su utilización de
forma profesional.