REVISTA INNOVA ITFIP, 10 (1). 31-49. JUN. 2022
la realidad, implica un inmenso compromiso de sus practicantes para con la sociedad, que espera
de ellos la solución a problemas cotidianos de distinto origen y magnitud.
Desde lo anterior, la Ley 1014 de 2006, art. 1º c.p MEN 2014. Define la cultura como el conjunto
de valores, creencias, ideologías, hábitos, etc., que comparten las personas en la organización, los
cuales
generan

una

identidad,

a

partir

de

unos

patrones

que

los

identifican

de

otras

sociedades
(Pág.11)
a

través,

de

esto,

los

individuos

se

pueden

diferenciar

e

identificar

a

través

de

sus
contextos.
De igual manera, la Universidad Nacional de Colombia, (2017). Define como importancia cultural
para la sociedad "La creciente diversidad de las culturas, fluida, dinámica y transformadora” (Pág.
10)
por

lo

que

los

individuos

y

las

sociedades

que

están

inmersas

en

estas

culturas

tienen

la
capacidad de aprender de sus aciertos y desaciertos como sociedad, para luego convivir en una
armonía social.
Por tanto, la cultura identifica una comunidad, pueblo o nación, hoy en día la cultura es diversa,
múltiple y es observada y explicada desde muchos ángulos, no es estática y por el contrario es de
pensamiento flexible y dinámico, es el cambio mismo en la actualidad que permite la conformación
de una identidad propia.
Esta identidad, según la Universidad Nacional de Colombia (2017) se compone como un conjunto
de
aprendizajes,

que

se

diferencian

de

otros

que

provengan

de

otras

culturas,

es

decir,

son

un
conjunto de saberes ancestrales construidos desde dentro de estas sociedades, que son defendidos
por estos grupos sociales en particular
Es así, como la identidad permite el reconocimiento de sus propios rasgos culturales, su esencia,
aunque
esta

se

vea

afectada

por

el

multiculturalismo

y

la

diversidad,

más

aún

en

aquellas
sociedades donde coexisten ciudadanos de diferentes regiones del mundo.
Cuando se habla de cultura y tradiciones, es normal hablar de todo ese conocimiento empírico de
nuestros antepasados, que durante generaciones han resistido y luchado por mantenerse en pie en
la conciencia y el corazón de sus pobladores, resguardando como un tesoro invaluable su sabiduría
ancestral, muchas han sido las definiciones que han podido dar a estos conceptos entre ellos Berrio
& Pomare (2017) se refieren a que “(…) saber y conocimiento ancestral se entiende como la ciencia
indígena, como el saber intangible y confiable que ha permitido desarrollar los proyectos y planes
de vida milenariamente” (Pág. 31)
De esta forma, la visión de estos saberes se expresa como un pensamiento complejo, con sentido
espiritual e integral, que se fundamenta en el uso y manejo de los recursos naturales, con fines de
sanación tanto espirituales como médicos, esto se aprende a través de los saberes entregados por
los ancianos sabedores y chamanes.