16
REVISTA INNOVA ITFIP, 10 (1). 12-30. JUN. 2022
Este recorrido de las políticas industriales regionales de primera y segunda generación, finaliza con
el
establecimiento

de

las

planes

de

desarrollo

como

se

conocen

ahora,

en

donde

se

buscó
descentralizar el actuar del Estado, propiciando el desarrollo socioeconómico y competitivo en el
orden
territorial

y

regional,

ya

que

incorpora

específicamente

las

necesidades

propias

de

las
regiones
como

también

sus

desafíos

puntuales

y

buscando

la

eficiencia

y

transparencia

en

las
administraciones públicas (Moncayo, 2006). Lo anterior se ve reflejado incluso en el artículo 339
de
la

Constitución

Política

de

Colombia,

donde

es

señalada

la

necesidad

de

elaborar

planes

de
desarrollo desde las entidades territoriales del país (Colombia, Asamblea Nacional Constituyente,
2015).
Políticas regionales industriales de tercera generación
En
este

punto

se

pretende

una

articulación

armoniosa

en

diferentes

actores

para

garantizar

la
competitividad de las regiones. En este sentido es importante la participación de las instituciones
para
el

reconocimiento

de

los

diferentes

factores

que

potenciarían

el

accionar

industrial

de

las
organizaciones. Lo cual sería como el punto de partida para las decisiones de localización de las
inversiones privadas. Por otro lado, entra en juego el encaje social, como un factor determinante
para la emisión de políticas sociales fuertes. Adicionalmente la vinculación de las organizaciones
locales,
universidades,
centros
de
investigación,
agrupaciones
sectoriales
e
instituciones
tecnológicas.
Todo

lo

anterior

enmarcado

en

los desafíos

de

la

globalización

y

las

necesidades
particulares de los territorios (Helmsing, 1999).
En el marco de las consideraciones anteriores, la evolución de la competitividad ha llegado al punto
de propiciar condiciones de armonía y asociatividad sectorial, con el propósito de enfrentarse a las
demandas
actuales,

reconociendo

las

aglomeraciones

sectoriales,

las

capacidades

productivas
territoriales,
la pertinencia del capital

humano

y

la voluntad de integración desde

las diferentes
instituciones.
Competitividad sistémica
Este concepto sería donde hace énfasis las políticas de tercera generación, según los planteamientos
de Helmsing (1999) quien cita a Meyer-Stamer (1997) para mostrar los puntos en que se enfatizan
las
políticas

regionales

industriales:

las

capacidades

de

las

firmas,

un

marco

macroeconómico
estable,
un

tejido

de

instituciones

de

apoyo

de

sectores

específicos,

políticas

enfocadas

y

de
estructuras de gobernabilidad que facilitan la resolución de problemas entre el Estado y los actores
de la sociedad.