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enseñanza desde lo digital y los más importante que llegó para quedarse,
señala Contino (2020) que “la escasa práctica en los últimos años nos ha
abocado a tener que normalizar la educación online de manera urgente”
(p.
proceso
motivadoras, transformando y mejorando su aprendizaje.
El regreso propició, una reflexión del antes y después de la pandemia
frente
negativos, a favor y en contra de lo acaecido durante la pandemia.
La brecha tecnológica, aspectos técnicos como falta de computadores,
desplazamiento a lugares fuera de la ciudad, dificultades en la conexión,
eran
estudiantes, y que quedaron al descubierto durante estos años.
Ahora
presencial, se hace necesario fortalecer el uso de esas herramientas que
sirvieron de apoyo durante la pandemia, haciéndolas parte del proceso y
como expone Canaza (2021) de todas las posibilidades que ha generado
la pandemia “se reducen a una fuerte incorporación de aula invertida o
de modelos híbridos que refuercen o dinamicen la transformación de la
práctica pedagógica” (p. 437).
La
mantener su compromiso y responsabilidad social y ciudadana (Ayala &
Marotias,
panorama, de acuerdo a Miguel (2020) es “primordial replantearse que
los roles de cada uno de los actores del proceso formativo en educación
superior exigen un cambio de paradigma;
Transformar nuestras limitaciones en fortalezas y apropiarnos cada uno
de
formación de profesionales que den respuestas a las necesidades de una
sociedad en transformación y que todo lo vivido en pandemia fortalezca
y permita repensar críticamente el proceso de enseñanza y por supuesto
el del aprendizaje.
