51
REVISTA INNOVA ITFIP, 9 (1). 44-56. DIC. 2021
Lund
et

al.

(2021)

refiere

que

el

Covid-19

ha

acelerado

tres

tendencias

generales

que

pueden
remodelar el trabajo incluso después de que la pandemia retroceda tales como el cambio hacia el
trabajo
remoto

y

las

interacciones

virtuales,

el

aumento

del

comercio

electrónico

y

otras
plataformas digitales como el despliegue de la automatización y la IA. En cada caso, la pandemia
empujó a las empresas y a los consumidores a adoptar rápidamente nuevos comportamientos y
acelerar los procesos en cuanto el conocimiento de las tecnologías de la información (Lund et al.,
2021).
Quizás
el

impacto

más

obvio

del

covid-19

en

la

fuerza

laboral

es

el

dramático

aumento

en
empleados que trabajan de forma remota (Hancock y Schaninger, 2020). Si bien el teletrabajo ha
sido
posible

durante

muchos

años,

el

trabajo

durante

la

pandemia

fue

apoyado

por

el

rápido
despliegue
de

nuevas

soluciones

digitales,

tales

como

videoconferencia,

herramientas

para
compartir documentos y expansión de la computación basada en la nube (Hancock y Schaninger,
2020). Tal como señala Zegarra (2020):
la
pandemia

ha

demostrado

es

que

no

hay

criterios

absolutos

y

todo

cambia
constantemente. Por lo tanto, sabemos que no hay una solución que funcione igual para
todos; el camino a seguir se trazará sobre la marcha de acuerdo con las necesidades de
cada industria y organización. Sin embargo, hay algunos aspectos en los que se puede
empezar a trabajar y planear” (Zegarra, 2020 p.4)
Las empresas en México, y a nivel global, han reconocido este año que tienen dos prioridades
esenciales: 1) capitalizar el conocimiento
y 2) automatizar la información a partir de datos.

La
gestión del conocimiento está pasando de ser estática ser dinámica y así aprovechar los avances de
la transformación digital en conjunto con la inteligencia artificial (Deloitte 2020).
Como expresa Lund et al. (2021) las empresas podrían desempeñar un papel más importante en la
capacitación
de

los

trabajadores

ya

que

estas

conocen

mejor

la

formación

que

necesitan

para
desarrollar las habilidades que desean y que exige este nuevo contexto. Los cambios forjados por
el covid-19 ha tenido el fin de garantizar una oferta de trabajadores con las habilidades digitales
adecuadas (Lund et ál., 2021).
En
los

últimos

años,

muchas

grandes

empresas

crearon

una

importante

readaptación

en

sus
funciones y procesos a medida que la tecnología cambiaba la forma de trabajar (Lund et ál., 2021).
Deloitte
(2020)

indica

que

al

acceder

a

conocimientos

internos

y

externos

se

ha

vuelto

una
capacidad estratégica para las organizaciones y ha tomado aún más relevancia durante la crisis del
covid-19. En la tabla 3 podemos observar las actividades que tuvieron un cambio en el nuevo
contexto y los beneficios que con ella trajo, cabe destacar que muchos de ellos provocado ahorros
y disminución de emisiones contaminantes por la falta de movilidad.