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Para el año 2008 a través del Decreto 1151 Se establecieron la estrategia
Gobierno en línea, pretendía lograr un salto en la inclusión social y en la
competitividad, además, contribuir a mejorar la eficiencia y transparencia del
Estado
Colombiano

a

través

de

la

construcción

gradual

de

un

gobierno
electrónico a través de la apropiación y el uso adecuado de las Tecnologías
de la Información y las Comunicaciones (T.I.C). (Ministerio de Tecnologías
de la Información y las Comunicaciones)
En el año 2018 inicia la transición, la política cambia de nombre y en algunos
aspectos sustanciales paso de ser Gobierno en Línea a Gobierno Digital, con
miras a transformar las entidades públicas y dotarlas de capacidades que les
permitieran
responder

a

las

necesidades

que

demanda

un

escenario

de
economía
digital,

así

como

al

establecimiento

y

desarrollo

de

ciudades

y
territorios
inteligentes

que

les

ofrecieran

mejores

condiciones

a

los
ciudadanos y, por ende, se supone un nivel superior de vida. (Ministerio de
Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia)
A
pesar

de

los

esfuerzos

generados

desde

el

Gobierno

Nacional

para

el
establecimiento
de

la

política

digital

efectiva,

en

Colombia

aún

existen
grandes retos en gestión digital que se profundizaron con la llegada de la
pandemia:
1.
La necesidad de implementar las políticas públicas establecidas por el
Gobierno Nacional en cuanto a gestión digital en todas las entidades de
gobierno.
Esta necesidad se ve reflejada en la falta de aplicación de las políticas en
las entidades de Gobierno del orden Departamental y Municipal, lo que
supone
que

la

falta

de

recursos

y

de

capacitación

constituye

el
impedimento para que dichas entidades puedan transformarse de acuerdo
a las necesidades de la sociedad y de la globalización.
2.
Fomentar la confianza de las personas en los servicios digitales.
Se
deben

realizar

esfuerzos

mayores

desde

las entidades

públicas

que
generen
el aumento

progresivo

de

la confianza

de los

usuarios

en los
servicios digitales, en particular, aquellos que implican tratamiento de
información confidencial.
3.
Disminución de la brecha digital.