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oculta, en la medida que no existe
evidencia significativa para afirmar que
son racionales o irracionales.
4.2 Discusión
La investigación permitió realizar los
primeros estudios en Ibagué sobre
racionalidad y corrupción, siendo este un
estudio exploratorio, sin embargo, los
resultados logrados reflejan en primer
lugar, que las decisiones no siempre se
realizan bajo el principio de la
racionalidad, es importante reconocer que
la gran mayoría de las decisiones son
emocionales, como diría (Sen, 1986) los
tontos racionales, donde se critica
fuertemente los postulados de la escuela
neoclásica de la economía.
Evidentemente se percibe que la
racionalidad como postulado para la toma
de decisiones es fundamental en la
maximización del bienestar de los agentes
económicos, sin embargo, las decisiones
irracionales no implican malestar, al
contrario, son decisiones que, aunque en
su óptimos reflejan preferencias del
individuo, es decir, es importante
reconocer otros factores tales como la
cultura, la edad y las expectativas para
revalidar el principio de racionalidad.
En los escenarios propuestos se
evidenció, en primer lugar, mayor
racionalidad de los participantes en el
dilema del prisionero, decisiones
racionales en 64,86% de los participantes,
al contrario, el juego del soborno las
decisiones racionales lograron un
26,98%, este cambio significativo en la
racionalidad se explica en gran medida, a
los análisis desde la economía normativa
que los agentes realizaron para desarrollar
el ejercicio, es decir, en más del 98% de
los casos los individuos afirmaron que no
realizarían actos corruptos por cuestiones
éticas, sin embargo también afirmaron
que en el caso de saber que el funcionario
fuese corrupto ellos tomarían la decisión
de sobornar, en segundo lugar, el
aumento en la cultura y los niveles de
educación, como también, el acceso a las
nueva tecnologías de la información y la
comunicación están generando agentes un
poco más informados, lo que permite
cambiar sus preferencias en el mercado
público.
5. Conclusiones y recomendaciones
Los funcionarios corruptos son agentes
económicos que cumplen el principio de
la racionalidad y su comportamiento está
regido por el egoísmo, satisfacen sus
necesidades en la medida que más actos
corruptos generen en un tiempo
determinado, es decir, la corrupción se
presenta en la medida que la expectativa
del corrupto sea mayor, en otras palabras,
sea rentable.
La racionalidad del corrupto disminuye
en la medida que la probabilidad de ser
descubierto aumenta, por tal razón, los
ejercicios de control social y en especial
la vinculación de la ciudadanía en la toma
de decisiones del gobierno, genera que la
rentabilidad de la corrupción sea menor,
en la medida, que aumentan los costos de
las transacciones corruptas, en otras
palabras, sólo con participación
acabaremos la corrupción.
La corrupción es el resultado de un
mercado imperfecto en la contratación
pública, debido a la presencia de
información asimétrica en el mercado, por
tal motivo, mecanismos de acceso a la
información permiten mejorar la calidad
de la información pública a la ciudadanía.
Incentivar y promocionar mecanismos de
participación ciudadana y control social
permiten mejorar la información de los